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Trufa Negra de Invierno

Uno de los ingredientes más cotizados en la cocina internacional es la trufa. Se trata de un hongo que puede encontrarse junto a árboles de encino, roble, avellanas, pinos, estepas y jaras principalmente. Podemos encontrar trufa blanca y negra de verano e invierno, cada una de ellas en diferentes épocas del año. Conoce más acerca de la trufa negra de invierno, un elemento imperdible que aportará un sabor único a tus recetas.

La trufa negra de invierno (nombre científico Tuber melanosporum) se distingue del resto por tener un potente aroma con toques picantes y sabor ligeramente amargo. Su temporada abarca de mediados de noviembre a mediados del mes de marzo y se produce principalmente en Francia, Italia y España, en bosques situados entre 500 y 1000 metros de altura, se les encuentra a una distancia de entre cinco y treinta centímetros de la superficie. Para su búsqueda y recolección, se utilizan perros adiestrados por los productores a lo largo de extensas superficies.

Su aspecto es de pequeñas pelotas de color oscuro tirando a negro y una superficie  irregular y rugosa con formas piramidales que la cubre por completo, al rayarla o partirla veremos un interior carnoso color negro violáceo con vetas blancas.

Podemos encontrar una enorme variedad de tamaños entre los ejemplares de trufa, regularmente pesan entre 35 a 100 gramos, sin embargo se han encontrado trufas desde 3 hasta 300g.

La trufa puede conservarse durante dos semanas refrigerada y hasta diez meses en congelación, ésta última es una de las medidas que se toman para tener disponible la trufa cuando no es temporada y poder usarse rallada o laminada. Para conservar sus propiedades aromáticas y de sabor, se recomienda envolverla con film transparente.

La trufa negra de invierno siempre deberá utilizarse como un condimento, tiene la cualidad de fijar su sabor y aroma sobre otros ingredientes grasos, entre los alimentos más populares que pueden prepararse recomendamos:

Huevos trufados

  • Introduce media docena de huevos en un recipiente hermético junto a la trufa de invierno fresca, coloca el recipiente cerrado por un par de días en el refrigerador para permitir que la porosidad de la cáscara de huevo impregne el interior con su aroma.

Con aceite y sal

  • Coloca sobre un plato, finas láminas de trufa acompañada de aceite de olivo y sal para poder apreciar todo su sabor.

Huevos fritos trufados

  • Después de trufar los huevos con el procedimiento explicado anteriormente, se fríen los huevos y se depositan sobre un plato caliente, para finalmente laminar la trufa sobre ellos y disfrutar del aroma y sabor impregnado en todo el plato.

Maridaje con vinos

  • Para un exitoso se recomienda un vino blanco fermentado en barrica, ó un vino tinto con un alto contenido de polifenoles.

Ahora que conoces más a fondo este increíble ingrediente, te invitamos a no perderte de la experiencia de probarlo si aún no lo has hecho, en Ingredienta tenemos la mejor calidad de trufa importada de Italia que puedes conseguir. Aprovecha que se encuentra en temporada para realizar tu pedido.

Fuentes:

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